Tu imagen personal es una extensión de tu mensaje y puede ser una herramienta poderosa para impactar positivamente en tu audiencia. No se trata solo de ropa, sino de transmitir coherencia entre lo que dices y cómo te presentas.

Invierte en prendas básicas de calidad que reflejen profesionalismo y seguridad. Considera colores neutros y detalles que complementen tu estilo personal. Además, cuida tu higiene personal, peinado y maquillaje si lo usas.

Sin embargo, la imagen no es solo externa. La postura, el contacto visual y la forma en que te comunicas son igual de importantes. Una sonrisa auténtica y un lenguaje corporal abierto pueden hacer más por tu percepción que cualquier traje caro.

Esto fue para mí un gran reto porque pensaba que como me siento cómoda como soy, hoy por hoy, y mi imagen personal podía ser suficiente. Solo para darme que cuenta que la percepción de los demás realmente necesito tomarla en cuenta. Es valiosa e impacta mis resultados. Entonces retomé ideas y costumbres de mis 30’s y 40’s cuando iba con la etiqueta profesional. Volver a conectarme con esta imagen sobria y elegante ha sido de gran aporte para mi crecimiento personal. Reconozco que no solo es sentirme cómoda, ser yo; sino que implica una presencia que hable del respeto que tengo por otras personas y sus formas de ver el mundo también. 

Todo esto tiene su valor. De todas maneras, aunque me haya adaptado, mantengo elementos que son únicos en mí. El respeto que expreso a mi propia identidad me distingue y eso me gusta de mí.

«La primera impresión abre la puerta, pero tu autenticidad y profesionalismo son lo que mantiene la puerta abierta.»

Si quieres desarrollar habilidades que te ayuden a conectar con tu propia identidad y la relación que tiene con el poder de tu mensaje, ESCRIBENOS EN @vocesdeimpactord en IG, nos encantaría tenerte en el equipo de la familia de VDI.

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